Por encima de todo, no pe sé que allí hallaría la una respuesta o una voz alentadora que pudiese resolver todos nuestro problemas, al menos... los míos. La verdad me sorprendí mucho.
Hoy después del patio, fuimos al centro de discapacitados que tengo al lado de mi colegio. En realidad no me apetecía demasiado ir, pero el simple hecho de estar allí y perder clase me animaba.
En fin... llegamos a las puertas, yo en mi caso un tanto nervioso por si nos tocaba hacer alguna actividad con estas personas que allí aprenden. Aparecieron tres personas que poco a poco bajaron las escaleras. Dos chicos y una chica. Uno de los chicos parecía tener síndrome de Down por los rasgos característicos de esta minusvalía en la cara y en el cuerpo. El otro de los chicos parecía tener alguna deficiencia mental, algo leve por la forma de hablar que tenía y sobre todo por la forma de andar. Y por último, y no menos importante, ya que es la protagonista de mi pequeña reflexión una chica. Bajita y morena, se veía claramente que tenía alguna pequeña deformidad en la parte derecha de la cara, junto con una coloración roja de la piel que le afectaba en el ojo. También daba la sensación de una pequeña discapacidad mental.Como iba diciendo... Entramos, el director del centro aparece y nos presenta a estas tres personas ya descritas. Tras esto fuimos a una sala de ordenadores, en la que había un proyector encendido enfocando a la pared la presentación que se disponía el director a enseñarnos con el fin de concienciarnos, supongo.
Tras haber acabado la presentación, el director le dijo a la protagonista de mi reflexión que leyera un papel, expresando los derechos que ellos pedían.
La chica tímidamente, pregunto que si podía leer sentada, entonces pensé, mira no soy la única persona que se pone nervioso al hacer algo en público. La chica comenzó a leer dificultosa, pero con cierta fluidez, y poco a poco iba leyendo. Entonces el Hermano Fede, comenzó ha hacer fotos, algo típico en el ¿No creéis? La cosa es que ella comenzó a fallar mas en su lectura, con cada foto que el Hermano le hacía se ponía mas nerviosa. En su voz se notaba.
Yo que ni siquiera me la estaba mirando a ella cuando el Hermano empezó hacer las fotos, ya noté que cada vez se le hacía la lectura más dificultosa. Me giré para mirarla, y me di cuenta que la pobre temblaba incluso más que yo (y ya es decir), sus manos, como si de Parkinson se tratara su enfermedad temblaban bruscamente.Esto me hizo pensar mucho la verdad. El hecho que ellos sientan de la misma manera que nosotros nos me había pasado por la cabeza. Pero al verla me vinieron todas estas ideas de golpe.
Seguí observándola, y lo que más me sorprendió fue que ni en ningún momento hizo un pequeño amago de callarse y dejar de leer.
Me impresionó mucho la importancia que le dio lo que nosotros en ese momento mientras ella leía con gran dificultad.
Tenemos mucho que aprender de personas como esta, que saben que tienen una discapacidad, pero no les importa lo que nosotros pensemos. Debemos tener presente que ellos también son personas, como estas, son mejores que nosotros. Tenemos mucho que envidiar, y dejar ya de hacer el tonto burlándonos de ellos.
ANÉCDOTA GRACIOSA: El director del centro nos animo a decir los derechos que creemos que debe tener toda persona con alguna minusvalía. Genaro, mi profesor, le dijo al oído a Fernando el derecho de voto y Fernando malentendió y dijo derecho de aborto xD jajjajajjajaja impresionante :) Hasta las personas con minusvalías que estaban en la sala se rieron :D
